Ads 468x60px

jueves, 3 de diciembre de 2015

Prologo de "Trampas"

     

Estas son dos historias de las muchas que se dan en mujeres de cualquier familia o país los malos tratos son algo repugnante, es triste y penoso que en pleno siglo XXI todavía no se haya encontrado una solución para acabar con esta delincuencia de genero nadie parece tener  la intención de ponerle freno, aun así hay que denunciar no tener miedo, el miedo atrofia los sentidos no te deja avanzar echarle valor hacerle frente, no pensar que todo esta perdido. Es una lacra que hay que exterminar, pero para eso todos tenemos que poner de nuestra parte, sobre todo la justicia ellos más que nadie tiene el poder y la fuerza para acabar con esta violencia. La fuerza física no debe servir para dañar a la persona a la que has elegido amar y compartir tu vida. He escuchado historias reales que me han puesto los pelos de punta yo la autora nunca  he tenido que pasar por esta situación pero he querido reflejar a mi manera lo mal que lo pasan muchas mujeres y aunque es en parte ficción las protagonistas no son reales, aunque bien alguna de lectora podría verse reflejada en cualquiera de las dos historias. En la primera historia la protagonista es una mujer de alto nivel económico y os preguntareis porque he elegido a una mujer de clase alta pues porque  la violencia de genero no distingue el nivel económico de las personas, nadie puede imaginar viendo a esas mujeres forradas de joyas manejando coches de alta gama y pagando grandes sumas de dinero en exclusivas tiendas de moda y degustando menús carísimos en los más prestigiosos restaurantes, quien podría pensar que mujeres así pudieran ser victimas de malos tratos, pues os equivocáis los golpes no se ven los llevan escondidos pero aguantan porque la sociedad no entendería como una mujer bien preparada y con medios consiente vejaciones precisamente por eso por vergüenza y el que dirán no abandonan a su verdugo, sea como sea y da igual el nivel social toda mi solidaridad y respeto para esas mujeres (ricas o pobres) que están sufriendo en silencio los golpes o insultos denigrantes de su maltratador. No soy feminista al menos de manera radical ni activa eso si creo y respeto el feminismo. Pero como soy madre de dos varones tambien me solidarizo con aquellos hombres (aunque estadisticamente sean minoria) que sufren maltrato y a los que aconsejo que no se averguencen de hacerlo. Y estoy de acuerdo con un articulo que lei en el que decia. "El feminismo no esta en contra de los hombres sino que partiendo del reconocimiento entre hombres y mujeres buscan la igualdad de oportunidades. Una separación puede resultar dolorosa pero siempre es mejor que sacrificar tu vida tolerando a alguien a quien has dejado de querer.
En mi entorno familiar he sufrido varios divorcios, los primeros meses no es fácil para el que los sufre, pero con el tiempo lo termina superando y dándose cuenta que ha hecho lo mejor, el drama viene cuando existen hijos y que suelen ser los más perjudicados cuando la pareja se sirve de ellos  para emprender una batalla de odio, los abuelos son la segunda parte más perjudicada. Los hijos necesitan criarse en un ambiente agradable aunque sus padres ya no estén juntos, evitar comprar su cariño y no ser utilizados como moneda de cambio en sus guerras particulares, cuando son menores sobre todo la angustia que va creando a lo largo de su vida les puede provocar daños psicológicos y llegar a tener problemas en su carácter, por eso hay que tomarse muy en serio como utilizamos la educación de los hijos en caso de divorcio.



A partir de aquí como os he dicho en el prologo son historias basadas entre lo real y la ficción, es lo bueno de la escritura que te da la oportunidad de expresar sentimientos, y animo a cualquiera a que cuente su historia, es una gran ayuda para evitar depresiones.

A mi me toco en sorteo nacer mujer, por lo tanto una carga más a las muchas que nos toca vivir y aun siendo el sexo débil (según se dice pero que no tengo tan claro) hacemos el doble y en ocasiones hasta el triple de trabajo más que cualquier hombre, con el agravante de tener que escuchar eso de ¿Yo no tengo la culpa de que tu hayas nacido mujer? Y no es que me queje solo que me gustaría que se hubiera hecho un reparto más equitativo sobré los dos sexos.