CAPÍTULO 1
Es
una historia de dos personas afrontando el amor y la desgracia de perder a su
hija.
Tenía
la mirada perdida en el horizonte, todavía no podía apartarla de su mente hacia
apenas un mes Estela su hijita, aun se encontraba junto a ella. Siempre acababa
en la habitación de Estela pensaba que entrando donde en otro tiempo había
dormido, tarde o temprano fuera encontrarla.
Todo
parecía un desagradable sueño y el recuerdo de su sonrisa llenando de luz todos
los lugares por donde pasaba, era vital y cariñosa, por eso le costaba
comprender porque Dios se la había quitado, su vida había sido tan corta se fue
apenas tres días después de cumplir su sexto cumpleaños. Pensó en todos los
años, meses, semanas horas y segundos que la esperaban sin su hija. Se giro y al ver la cama tan vacía se dejo
caer de rodillas en el suelo, extendió los brazos sobre el colchón y dejo caer
la cabeza, sus ojos se volvieron a llenar de lagrimas al recordarla y soltó toda
su pena en un llanto desconsolado.
Hacia
una semana que habían enterrado a su ángel desde entonces, Derek tenía que
presenciar día tras día como Sabana se iba consumiendo por la pena de haber
perdido a su hijita, se había encerrado en la habitación de Estela y no
prestaba atención a sus llamadas a veces le daba la impresión de que no tenía
ganas de seguir viviendo. Él también sufría pero no podía abandonarse a la
tristeza tenía que ser fuerte por los dos.
Dos años antes:
La
puerta de entrada se abrió como todos los días a la misma hora y como cada día
Estela se encontraba de pie en mitad del pasillo esperando a que su madre
terminara de entrar para salir corriendo a recibirla, madre e hija se fundían
en un abrazo y múltiples besos que Sabana aceptaba con satisfacción.
–
¿Como está la niña más bonita de la tierra? Preguntaba a su hija mientras la
sostenía entre sus brazos.
–Bien
mami–respondía Estela a su madre con una sonrisa de extremo a extremo de su
rostro.
A
continuación y mientras la soltaba dejándola de nuevo en el suelo la preguntaba
por como la había ido en la escuela y Estela la contaba de forma acelerada
todos y cada uno los acontecimientos del día, la tomaba de la mano y caminaban
por el pasillo hacia la cocina, donde la esperaba con un café recién hecho
encima de la mesa Amparo la mujer la contrataron para que cuidara de Estela
cuando a Sabana se la acabo la baja maternal, y de paso se encargaría de
limpiar y cocinar para ellos, como la mujer no tenia familia dispusieron de una
habitación en la zona más cercana a la cocina y al cuarto destinado a la
plancha en la planta baja del chalet.
En
la primera planta se encontraban los dormitorios de la familia, también
contaban con un ático lo habían adecuado para Estela era su lugar preferido y
le encantaba jugar allí arriba.
Madre
e hija merendaban juntas y después Estela repasaba los deberes hechos con su
madre, Sabana dejaba a la niña al cuidado de Amparo mientras ella se duchaba y
se ponía ropa más cómoda, para cuando Derek llegaba a casa, después de una
larga jornada de trabajo todo estaba en orden, Estela repetía el mismo
recibimiento que a su madre adoraba a los dos igualmente sin preferencias y
para ellos era el sol que iluminaba sus vidas.
Derek
era hijo del director general de un hotel en el Paseo de Zorrilla de (Valladolid)
su madre trabajaba en una perfumería hasta que tuvo su segundo hijo y lo dejo
para dedicarse a su familia, Derek al contrario que sus hermanos mayores, era
un buen estudiante y gran parlanchín por eso desde bien pequeño siempre que le
preguntaban que iba a ser de mayor él contestaba que periodista y así lo hizo
fue a la universidad y se graduó en Ciencias de la comunicación, desesperado
por no encontrar trabajo se fue a Madrid donde un amigo le consiguió un puesto
de becario en un periódico local, el sueldo era escaso pero al menos podría
adquirir experiencia, tenía que compartir piso con otros jóvenes que estaban en
su misma situación un año después le hicieron un contrato indefinido lo que
supuso un aumento de sueldo, aun así tenía que hacer muchos números para poder
salir adelante, apenas salía pues lo poco que ganaba se le iba en el alquiler
en comer y en una academia donde asistía varias veces a la semana para aprender
ingles. Un día por casualidad se entero que buscaban profesores en la
universidad, sabía que era arriesgado solicitar la plaza porque no tenía ni
idea de docencia, aun así se atrevió a presentar su currículo total que podía
perder, pensó. Los meses pasaron y ya había perdido toda esperanza cuando una
mañana mientras se disponía a disfrutar de su hora de descanso recibió una
llamada era una voz suave de mujer.
—Buenos
días—saludo—Es usted el señor Derek Garrido.
Derek
le devolvió el saludo y asintió con la boca.
—Le
llamo de RR HH de la universidad, usted nos mando un currículo hace unos meses
para el puesto de profesor.
Derek
volvió a afirmar.
—
¿Sigue usted interesado en el puesto?
—Por
supuesto que sigo interesado—contestó.
—Bien,
tiene usted a mano algo donde escribir.
—Sí—Derek
tomo la agenda donde escribía todas sus notas y un bolígrafo—cuando quiera.
—Apunte.
Tiene que presentarse el próximo viernes a las 11 de la mañana para una
entrevista. Pregunte por Paloma Álvarez de RR HH, en el mostrador de
información la recepcionista le indicara donde está su despacho. Si por algún
motivo no pudiera presentarse a la cita deberá comunicármelo con antelación al
número que le voy a dar.
Se
ha enterado bien o necesita que se lo repita.
Derek
repitió cada palabra de su interlocutora para confirmar que se había enterado
de todo lo que ella le había dicho.
—Perfecto
hasta el viernes señor Garrido—y se despidió.