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domingo, 16 de octubre de 2016

Lágrimas Desde El Corazón: Prólogo

CAPÍTULO 1

Es una historia de dos personas afrontando el amor y la desgracia de perder a su hija.

Tenía la mirada perdida en el horizonte, todavía no podía apartarla de su mente hacia apenas un mes Estela su hijita, aun se encontraba junto a ella. Siempre acababa en la habitación de Estela pensaba que entrando donde en otro tiempo había dormido, tarde o temprano fuera encontrarla.
Todo parecía un desagradable sueño y el recuerdo de su sonrisa llenando de luz todos los lugares por donde pasaba, era vital y cariñosa, por eso le costaba comprender porque Dios se la había quitado, su vida había sido tan corta se fue apenas tres días después de cumplir su sexto cumpleaños. Pensó en todos los años, meses, semanas horas y segundos que la esperaban sin su hija.  Se giro y al ver la cama tan vacía se dejo caer de rodillas en el suelo, extendió los brazos sobre el colchón y dejo caer la cabeza, sus ojos se volvieron a llenar de lagrimas al recordarla y soltó toda su pena en un llanto desconsolado.
Hacia una semana que habían enterrado a su ángel desde entonces, Derek tenía que presenciar día tras día como Sabana se iba consumiendo por la pena de haber perdido a su hijita, se había encerrado en la habitación de Estela y no prestaba atención a sus llamadas a veces le daba la impresión de que no tenía ganas de seguir viviendo. Él también sufría pero no podía abandonarse a la tristeza tenía que ser fuerte por los dos.

Dos años antes:
La puerta de entrada se abrió como todos los días a la misma hora y como cada día Estela se encontraba de pie en mitad del pasillo esperando a que su madre terminara de entrar para salir corriendo a recibirla, madre e hija se fundían en un abrazo y múltiples besos que Sabana aceptaba con satisfacción.
– ¿Como está la niña más bonita de la tierra? Preguntaba a su hija mientras la sostenía entre sus brazos.
–Bien mami–respondía Estela a su madre con una sonrisa de extremo a extremo de su rostro.
A continuación y mientras la soltaba dejándola de nuevo en el suelo la preguntaba por como la había ido en la escuela y Estela la contaba de forma acelerada todos y cada uno los acontecimientos del día, la tomaba de la mano y caminaban por el pasillo hacia la cocina, donde la esperaba con un café recién hecho encima de la mesa Amparo la mujer la contrataron para que cuidara de Estela cuando a Sabana se la acabo la baja maternal, y de paso se encargaría de limpiar y cocinar para ellos, como la mujer no tenia familia dispusieron de una habitación en la zona más cercana a la cocina y al cuarto destinado a la plancha en la planta baja del chalet.
En la primera planta se encontraban los dormitorios de la familia, también contaban con un ático lo habían adecuado para Estela era su lugar preferido y le encantaba jugar allí arriba.
Madre e hija merendaban juntas y después Estela repasaba los deberes hechos con su madre, Sabana dejaba a la niña al cuidado de Amparo mientras ella se duchaba y se ponía ropa más cómoda, para cuando Derek llegaba a casa, después de una larga jornada de trabajo todo estaba en orden, Estela repetía el mismo recibimiento que a su madre adoraba a los dos igualmente sin preferencias y para ellos era el sol que iluminaba sus vidas.

Derek era hijo del director general de un hotel en el Paseo de Zorrilla de (Valladolid) su madre trabajaba en una perfumería hasta que tuvo su segundo hijo y lo dejo para dedicarse a su familia, Derek al contrario que sus hermanos mayores, era un buen estudiante y gran parlanchín por eso desde bien pequeño siempre que le preguntaban que iba a ser de mayor él contestaba que periodista y así lo hizo fue a la universidad y se graduó en Ciencias de la comunicación, desesperado por no encontrar trabajo se fue a Madrid donde un amigo le consiguió un puesto de becario en un periódico local, el sueldo era escaso pero al menos podría adquirir experiencia, tenía que compartir piso con otros jóvenes que estaban en su misma situación un año después le hicieron un contrato indefinido lo que supuso un aumento de sueldo, aun así tenía que hacer muchos números para poder salir adelante, apenas salía pues lo poco que ganaba se le iba en el alquiler en comer y en una academia donde asistía varias veces a la semana para aprender ingles. Un día por casualidad se entero que buscaban profesores en la universidad, sabía que era arriesgado solicitar la plaza porque no tenía ni idea de docencia, aun así se atrevió a presentar su currículo total que podía perder, pensó. Los meses pasaron y ya había perdido toda esperanza cuando una mañana mientras se disponía a disfrutar de su hora de descanso recibió una llamada era una voz suave de mujer.
—Buenos días—saludo—Es usted el señor Derek Garrido.
Derek le devolvió el saludo y asintió con la boca.
—Le llamo de RR HH de la universidad, usted nos mando un currículo hace unos meses para el puesto de profesor.
Derek volvió a afirmar.
— ¿Sigue usted interesado en el puesto?
—Por supuesto que sigo interesado—contestó.
—Bien, tiene usted a mano algo donde escribir.
—Sí—Derek tomo la agenda donde escribía todas sus notas y un bolígrafo—cuando quiera.
—Apunte. Tiene que presentarse el próximo viernes a las 11 de la mañana para una entrevista. Pregunte por Paloma Álvarez de RR HH, en el mostrador de información la recepcionista le indicara donde está su despacho. Si por algún motivo no pudiera presentarse a la cita deberá comunicármelo con antelación al número que le voy a dar. 
Se ha enterado bien o necesita que se lo repita.
Derek repitió cada palabra de su interlocutora para confirmar que se había enterado de todo lo que ella le había dicho.
—Perfecto hasta el viernes señor Garrido—y se despidió.
Consiguió el puesto aunque de interino suplente, tres años después era profesor fijo.