II
Un día delicado
La
madre de Víctor por fin dio su consentimiento con la condición de que solo
podía acompañar a Sabana una persona. Se encontraba frente a la puerta
acompañada por Mario el fotógrafo, antes de llamar cogió aire por la nariz y lo
soltó por la boca pues era su primera entrevista y estaba nerviosa, por fin
puso el dedo en el timbre y miro a su compañero que la observaba risueño. Tras
la puerta se escucharon pasos acercándose y al cabo de unos segundos se abrió.
—Buenos
días—les dijo la mujer invitándoles a entrar con un movimiento de mano.
Después
de hacer las presentaciones la mujer les condujo por el pasillo hasta llegar al
salón la estancia más grande de la casa según la anfitriona. Víctor les
esperaba sentado en un sofá que se encontraba al otro extremo junto a un gran
ventanal que daba a una terraza por la que pasaba el sol iluminándolo completamente.
Sabana
se sentó en una butaca frente a Víctor y le saludo, mientras su compañero se
mantenía de pie para tomar las fotos desde distintos ángulos, la mujer salió
mientras ellos se preparaban, Sabana saco del bolso una grabadora la coloco
sobre la mesa baja que hacía de separación entre ella y el sofá a continuación
tomo un block y un bolígrafo y los agarro entre sus manos.
La
madre de Víctor regreso al cabo de unos minutos portando una bandeja con refrescos
y varios vasos la coloco a un lado sobre la mesa, y se acomodo al lado de su
hijo con la madre presente Sabana y su compañero explicaron al joven como iba a
transcurrir la entrevista, él ese día no había recibido quimio asique se sentía
bastante lucido e ilusionado porque su
historia iba a salir en uno de los periódicos más importantes.
Sabana
nunca se imagino al comenzar la entrevista que acabaría parpadeando para borrar
el agua que brotaba de sus ojos y el nudo que se le formaba en la garganta
mientras escuchaba atentamente a su entrevistado. Esa tarde al llegar a su casa
estallo en un llanto que llevaba conteniendo durante varias horas.
El
primer paso al día siguiente cuando llego a la redacción fue hablar con Celia
necesitaba que ella convocara una reunión con carácter especial al consejo de
redacción para presentar su trabajo, después de muchos tiras y aflojas por fin
consiguió que aceptara su petición esa misma mañana. Tal consejo estaba
compuesto por la directora, el editor general los editores de cada sección, el
comité editorial los jefes de diseño y diagramación. Su objetivo era que lo
aceptaran y publicarlo lo antes posible, una vez la dieron el visto bueno ella
misma se encargo de redactarlo para su publicación.
El
articulo con la historia conmociono a los lectores y fue un record de ventas, lo
que supuso una contribución económica bastante sustanciosa tanto para el
periódico como para la familia de Víctor, lo que para ellos supuso un gran
desahogo ya que la madre tuvo que abandonar su trabajo para dedicarse a cuidar
de su hijo, y solo contaban con el escaso sueldo del padre.
Sabana
recibió una prima considerable y pudieron hacer frente a parte de la hipoteca
de su casa. Tres meses antes de la boda, Derek y ella como cualquier pareja que
quiere formar una vida juntos pidieron un préstamo al banco para poder
comprarse una casa, tenían algunos ahorrillos que los destinaron para dar la
entrada, sus sueldos eran más bien escasos asique uno de ellos iba
exclusivamente a pagar las mensualidades y el otro para cubrir los gastos
derivados de una vivienda y hacer la compra, asique la ayuda extra que recibió
la vino como caída del cielo.
Como
cualquier pareja joven enamorada se amoldaban bastante bien a las
circunstancias del momento, y no dejaban que los problemas afectaran a su vida
sexual, eran jóvenes y por lo tanto sus hormonas siempre estaban muy activas.
Debido
al éxito obtenido todas las revistas se interesaron en la historia pero se
encontraron con el no inquebrantable de la familia de conceder más entrevistas.
Después de duras negociaciones por fin llegaron a un acuerdo entre todas las
partes afectadas, el periódico consiguió una gran suma de dinero por ceder los
derechos de publicación, Víctor y su familia recibieron otra gran suma de
dinero
Celebraban
su primer aniversario de boda y lo hicieron por todo lo alto, reservaron una
mesa en el restaurante más exclusivo, después de la cena fueron al teatro a ver un espectáculo y al
final del día les aguardaba una noche de sexo espectacular. La vida les sonreía
y la disfrutaban sin preocuparse por el mañana.
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Le
sobrevino una arcada mientras dormía y se levanto corriendo al baño, no la dio
tiempo a cerrar la puerta y Derek se despertó sobresaltado al escuchar los
vómitos se levanto de la cama abrió la puerta del baño y la encontró de
rodillas con la cabeza inclinada y agarrada al inodoro.
Se
asusto al verla así y la preguntó que la ocurría, Sabana le miro durante un
segundo y le tranquilizo diciéndole que seguramente era un corte de digestión y
que volviera a la cama. Derek no la hizo caso y espero hasta que ella por fin
sin nada más en el estomago se levanto y salió del baño dispuesta a hacerse una
infusión de hiervas pero él la obligo a acostarse y él mismo se la preparo. Los
vómitos nocturnos no cesaron durante la siguiente semana y el estomago la dolía
por culpa de los esfuerzos.
Sabana
y su madre habían quedado para ir de compras y comer juntas, a ella la
encantaba salir con su madre pues era la persona más dulce y comprensiva que
uno se podía encontrar, sus conversaciones siempre eran tranquilizadoras.
Sabana estaba asomada a la ventana cuando la vio cruzar la calle y se dirigió a
la puerta para abrirla.
—¡¡Dios
mío Sabana!! Tienes un aspecto horrible cariño ¿Te encuentras mal?—preguntó la
mujer asustada, Sabana le indico que pasara y la mujer se volvió para mirarla.
—La
verdad es que no me encuentro muy bien. No paro de vomitar todas las noches
desde hace al menos una semana. Seguro que no es nada pero apenas puedo dormir
y estoy agotada.
—Pues
seguro que dar un buen paseo y tomar el aire te vendrá bien—dijo de forma
despreocupada—Asique coge tu bolso y salgamos.
Sabana
alargo el brazo hacia el perchero y cogió su bolso, su madre la paro poniendo
su mano sobre la de ella cuando estaba a punto de abrir la puerta.
—Espera
un momento, dices que solo vomitas por las noches. —Sabana asintió con la
cabeza. —Acabo de recordar porque me eran tan familiares los síntomas que me
has descrito. —la abrazo con fuerza y la susurro al oído—Cielo son los mismos
síntomas que yo tenía cuando estaba embarazada de ti.
Sabana
dio un brinco hacia atrás para despegarse de los brazos de su madre, y la miro
con recelo.
—¡¡Que
dices!! Exclamo—No puedo estar embarazada Derek y yo tomamos precauciones.
—Pues
tus precauciones han fallado cariño, te puedo asegurar sin temor a equivocarme
que tú estás embarazada.
—Pues
yo creo que estas equivocada. Asique mejor será que dejemos esta conversación y
nos vayamos.
Durante
las horas siguientes Sabana intento sin conseguirlo borrar de su cabeza el
comentario de su madre sobre un posible embarazo asique al día siguiente en
cuanto tuvo oportunidad se acerco a una farmacia y compro un test de embarazo,
esa misma noche se hizo la prueba y espero impaciente a que le diera el
resultado, por fin salió la deseada respuesta (+) casi se desmaya al ver la
cruz que lo confirmaba.