Henry estaba dando vueltas por los pasillos
vigilando que todo estuviera en orden, una vez comprobado que todo estaba bien
se dirigió a la conserjería, estaba abriendo la puerta cuando sonó el teléfono,
se acerco y cogió el auricular, era el profesor de Ciencias, se estaba saliendo
el agua del radiador y se había hecho un charco.
-Ahora mismo doy el aviso al personal de
mantenimiento y limpieza-le comento Henry y colgó.
Henry volvió a descolgar el teléfono y
marco la extensión del taller de mantenimiento.
-Taller de mantenimiento-se escucho al otro
lado del auricular.
-Por favor mande a alguien al aula 24, se
esta saliendo el agua de uno de los radiadores y hay una gran charco, y que
vaya con usted alguien de la limpieza.
-Bien, enseguida los mando-contesto el
hombre.
Kevin era el que mas cerca estaba del aula
y le mando un mensaje a través del móvil. Kevin llevaba trabajando en el campus
desde hacia dos años, tenia 22 años, de piel morena y pelo castaño, media
aproximadamente 1´85, le gustaba el deporte y lo solía practicar en su tiempo
libre, no era muy hablador, se asomo a la puerta del aula y llamo, el profesor
le indico con la mano que pasara, cuando entro vio que había un charco y que
las mesas que había alrededor del radiador las habían quitado los alumnos,
llevaba alrededor de su cintura un cinturón con herramientas, se acerco y lo
primero que hizo fue cortar la válvula de agua.
-En cuanto recojan el agua los de la
limpieza, lo arreglo-comento Kevin dirigiéndose al profesor, fue entonces
cuando vieron a la señora de la limpieza.
Cuando termino la mujer se puso a
arreglarlo, ningún alumno se movió del aula a pesar del incidente, ellos
siguieron con sus tareas, estaba casi terminando cuando se le cayo al suelo un
destornillador que fue a parar justo donde estaba Katia, sentada la joven se
agacho y se acerco a dárselo. Kevin se quedo mirándola y extendió la mano para
cogerlo, le dio las gracias a la joven, a la que no paraba de mirar, entonces
oyó una voz que le preguntaba si había
terminado.
-Si, ya esta solucionado-se dio la vuelta y
se marcho.
Estuvo el resto del día pensando en la
joven, quería verla de nuevo, sintió algo en su interior cuando la miro, tenia
que averiguar el nombre, decidió preguntar a que hora terminaba las clases y,
ya fuera, acercarse a ella y preguntarle, pero su timidez le hizo desistir.
Termino su jornada de trabajo, ya no había nadie dentro del campus excepto
Henry y el personal de mantenimiento,
una vez todos fuera Henry se encargaba de cerrar todas las puertas hasta el día
siguiente.
Kevin llego a su casa y después de saludar
a sus padres se metió en su habitación, a los padres les extraño que llegara
tan pronto, el solía ir todas las tardes al gimnasio cuando salía del trabajo.
-Que raro que este tan pronto en casa –
comento la madre a su marido-¿le habrá pasado algo en el trabajo?, o ha lo
mejor se ha puesto malo.
El padre se encogió de hombros e hizo un
gesto con la boca, la madre no pudo evitarlo y se acerco a la habitación a
preguntarle.
-Kevin hijo, ¿te encuentras mal?
-No mama, porque lo preguntas-le respondió
el joven.
-Pues porque no sueles faltar al gimnasio.
-Estoy bien, solo que hoy no me apetecía
ir-la madre no insistió, no quería que su hijo pensara que era una pesada.
Estaba recostado pensando en la joven con
la que había intercambiado una mirada, su madre le hizo volver a la realidad
cuando llamo a la puerta para decirle que ya estaba la cena. Después de cenar
les dio las buenas noches a sus padres y se fue a su habitación, por mas que lo
intentaba no podía dejar de ver la imagen de aquella joven.
Sonó el despertador, eran las 6´30 de la
mañana, alargo el brazo para apagarlo, se levanto, fue al baño, se hecho agua
sobre la cara para despejarse, se aseo un poco y se preparo para ir al trabajo,
en la cocina su madre le había dejado como todas las mañanas un vaso de leche
con cacao y un bocadillo para que se tomara a la hora del desayuno, salio de su
casa y se monto en el coche camino del campus, cuando llego aparco en el
parking que tenían exclusivo para empleados, salio del coche y se fue derecho
al vestuario, en el camino se encontró con otros compañeros y con el personal
de limpieza, se saludaron como todas las mañanas al llegar, cada uno abrió su
taquilla y se puso la ropa de trabajo, luego cada uno se fue al despacho del
encargado donde recogerían los avisos de las tareas que tenían que hacer en el
día. Ya era la hora, Henry estaba abriendo las puertas para que entraran todos
los alumnos, Kevin se acerco hacia la puerta con disimulo, hacia como que
estaba arreglando el pomo de una de las puertas cercanas a la entrada, Henry se
le quedo mirando extrañado, el no había dado ningún parte de arreglo, pero no
le dijo nada y dejo que siguiera, empezaron a entrar todos camino de las aulas,
paso un rato hasta que la vio entrar, Katia iba hablando con algunos de sus
compañeros, Kevin pensó que iba distraída y que no se daría cuenta de su
presencia, pero Katia si le había visto, le miro y le saludo con una sonrisa,
el joven muy nervioso porque no se lo esperaba también la saludo.
-Chaval-le dijo Henry al darse cuenta-veo que te gusta esa chica.
Kevin no sabia que decir, estaba tan
nervioso que no le salían las palabras.
-Vamos chico respira, que te va a dar
algo-le dijo Henry.
Cuando ya se calmo le explico que la había
visto el día anterior y que se había quedado prendado de ella, y que no sabia
como acercarse a ella porque era muy tímido.
-Usted sabe quien es, sabe si sale con
algún chico.
-Si se quien es, se llama Katia, es una
chica muy agradable que yo sepa no sale
con nadie, ahora te toca a ti averiguar el resto.
El chico le agradeció la información y se
fue, estuvo todo el tiempo pensando como haría para volver ha encontrase con
ella, cuando de repente escucho a uno de los profesores, que iba caminando por
los pasillos quedando con otro a la hora del recreo para tomar un café, eso le
dio una idea al joven, en lugar de tomarse el bocadillo donde siempre, hoy lo haría
en la cafetería.
“Seguramente ira allí a la hora del recreo
con sus compañeros”-pensó
Entro y miro de un lado a otro, pero había
demasiados alumnos y profesores y los que estaban de pie no dejaban ver a los
que estaban sentados, creyó que iba a ser poco más que imposible verla, busco
donde poder sentarse, justo a su lado dejaban una mesa vacía, estaba desenvolviendo
el bocadillo cuando noto una mano que se posaba en su hombro
-Hola-dijo Katia
El joven al oír su voz se volvió, no se lo
podía creer, estaba allí a su lado, la chica que le quitaba el sueño.
-Hooola–contesto nervioso a la vez que se
levantaba como muestra de educación.
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