Kevin no dejaba de mirar a Katia, fue ella la
que le hizo un gesto para animarle a que dijera algo.
-Lo siento, me he quedado en blanco, nunca
pensé que hablarías conmigo y menos que te sentaras a mi lado.
-Vaya y porque has pensado eso de mi- preguntó
Katia
-Pues porque tú te mueves en otro circulo
de gente, muy diferente al mío.
-Vaya ¿y porque piensas que son diferentes
a ti?, entre mis amigos, incluida yo, hay también personas que venimos de
familias humildes, si estoy aquí es porque mis padres hacen muchos sacrificios
y para que el día de mañana tenga una buena formación-le contestó la joven un
poco molesta por el comentario.
-Lo siento no he querido molestarte con mi
comentario.
-Perdonado, supongo que es normal que
pienses así, este lugar da esa impresión.
-Me gustaría que fuéramos amigos y que nos viéramos algún día fuera de aquí.
-Me parece bien, pero yo no puedo salir más
que los fines de semana, antes no nos dejan.
-Me parece bien, donde puedo ponerme en
contacto contigo.
-Te doy mi número de móvil y así me llamas
cuando te venga bien, siempre que sea entre las cuatro y las doce de la tarde, después
de esa hora no nos dejan recibir llamadas.
Kevin sacó su móvil y apuntó el numero,
también la dio el suyo a Katia.
Mark viendo que su amiga tardaba se levantó
para ver que pasaba, vio que estaba sentada en una mesa con alguien al que no
conocía y se acercó.
-Tengo que irme, mis amigos se estarán
preguntando donde me he metido además, tu todavía tienes que terminar tu
desayuno-fue entonces cuando vio que Mark se dirigía hacia ella.
-Ves, lo que yo te decía, ya viene Mark a
buscarme, me voy, ya hablaremos.
Kevin se levanto y se despidió también.
-Nos tenías preocupados al ver que
tardabas, quien es ese con el que
estabas-la preguntó.
-Es Kevin, trabaja en mantenimiento, le
conocí ayer. Fue a arreglar el radiador que estaba roto y hoy hemos coincidido
aquí y me he sentado a hablar con el, siento haberos preocupado, podía haberos
llamado pero no pensé que se iba alargar tanto la conversación.
Mark aceptó sus disculpas y se dirigieron
hacia la mesa donde estaban los demás, después explico al resto lo que había
pasado, casi no la había dado tiempo a tomarse el desayuno con tanta charla,
enseguida sonó la campana de aviso para
entrar en las clases.
El resto de los días transcurrieron de lo
mas normal, excepto para Sila, había tenido que ir dos días a la consulta del
Doctor Morgan y para recuperar esa hora tenia que quedarse con un profesor al
final de las clases, solo faltaba un día para el Viernes y pensó que su amiga iría
con el resto de los compañeros al baile y, a pesar de no haberla dirigido la
palabra en toda la semana, cuando la vio se fue hacia ella.
-Hola-saludo con voz suave-¿Mañana vas a
salir de paseo?-no quería preguntarla si iba a ir a la disco.
Katia afirmó con la cabeza, en ese momento vio
como a su amiga le cambio la cara, lo que no la dijo es que tenia otros planes
distintos a los que ella pensaba.
-Que suerte tienes, a mi me queda todavía
una semana de castigo, tengo ganas ya de ver a Robert.
-Lo que deberías de hacer ahora es procurar
tomarte los estudios en serio para que no vuelvan a castigarte y cuidarte, que
estas muy desmejorada-Katia no quiso alargar mas la conversación-tengo que irme,
he quedado con Simon para terminar unos ejercicios que nos quedaron pendientes
de ayer.
-Ya me contaras mañana por la noche-la dijo
mientras Katia caminaba hacia la biblioteca.
Se volvieron a encontrar a la hora de la cena
pero ninguna de las dos habló, Mark al ver que Sila parecía más relajada la
pregunto como se encontraba. Sila se limito a contestarle que se encontraba
bien, ya no habló mas en toda la cena, cuando termino hizo lo que todos los
días, marcharse directa a su habitación.
Estaba sentada con sus compañeros en el
vestíbulo charlando cuando a Katia le
sonó el teléfono, miro y vio que era Kevin, se levantó y se fue a un lado donde
pudiera hablar tranquilamente. El joven la llamaba para concretar la hora para
ir a buscarla, se pusieron de acuerdo y se despidieron hasta el día siguiente.
Estaban a finales de Noviembre y ya se
empezaba a ver por las tiendas productos navideños, la gente ya estaba
comprando los productos para las fiestas
antes de que se empezaran a encarecer, todos los años por esas fechas hacían una pequeña
excursión con los alumnos mas nuevos por la ciudad para que la conocieran y
vieran los adornos que ponían a un lado y otro de las calles. Fue la Señorita Diana la encargada de
darles la noticia a los alumnos.
-El próximo Miércoles no habrá clases,
pasaremos el día en la ciudad para que
la conozcáis todos aquellos que venís de otros lugares del país, los que son de
aquí se irán en la excursión que tiene prevista los del curso anterior, para
eso tendréis que ir a dar vuestro nombre a la secretaria de dirección.
Eran las 6´00 am. hacia frío y Kevin
esperaba dentro del coche en la entrada de la residencia a que saliera Katia, por
fin la vio salir y salio para saludarla, entraron en el coche y se pusieron en
marcha.
-Que tal el día-se preguntaron los dos a la
vez, el joven dejo que contestara ella primero.
-Va, lo único que ha tenido de especial es
que el Miércoles nos llevan de excursión a conocer la ciudad, muchos se han
alegrado de librarse por lo menos un día de las clases, ¿y tú?
-Pues el mío como siempre, no hay nada que
merezca la pena contar, casi siempre es lo mismo.
Llegaron al lugar elegido por el muchacho,
aparcó el coche en la calle, salieron de el y se metieron en un local, era una
especie de Pub. Vieron una mesa vacía, Katia se quito el gorro y la chaqueta,
Kevin también se quito la suya y se sentaron.
-Te gusta el sitio-preguntó el chico.
-Esta muy bien, prefiero esto que la
disco-se acercó un camarero y les preguntó que querían, anoto lo que habían
pedido y se fue.
-Luego mas tarde iremos a cenar algo-el
camarero les trajo la consumición.
Kevin empezó a contarle un poco su vida, le
habló de sus padres, de su hermana etc. Katia también hablo de su familia y de
la vida del pueblo, poco a poco se fueron conociendo, se encontraban tan a
gusto charlando que casi se les pasa la hora, Kevin pagó la cuenta y se
marcharon a cenar algo antes de llevar a Katia a la residencia. Eran casi las
11´30 cuando Kevin aparcaba el coche cerca de la entrada, estuvieron un rato
hablando y se despidieron, quedaron en verse el Lunes a la hora del desayuno en
la cafetería, eran días de exámenes y Katia quería aprovechar el fin de semana
para estudiar.
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